Los bebés prematuros necesitan del contacto con sus padres

Nacimientos prematuros: por qué es tan importante el contacto del bebé con sus padres y cómo influye en su recuperación

Si bien todavía resulta un desafío la presencia de los papás en el área de cuidados intensivos, cada vez son más los profesionales que hablan de los buenos resultados que trae la presencia constante.

Las últimas estadísticas registradas en la Argentina, que son del 2021, indican que cada año nacen 46.710 bebés antes de completar las 37 semanas de gestación, por lo que se los considera prematuros según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Existen varios factores de riesgo que pueden aumentan las posibilidades para que un nacimiento sea prematuro.

Por ejemplo, que la madre esté embarazada de mellizos. Lo mismo sucede si se tiene problemas de salud como una enfermedad cardíaca o renal, si se fuma o usa drogas, si se padece complicaciones en el embarazo como infecciones, presión arterial alta, diabetes, problemas de la placenta o poco tiempo de separación entre una gestación y otra.

Si bien muchas de esas cosas pueden evitarse, otras no y eso hace que un nacimiento prematuro sea difícil de aceptar para las familias.

Ningún padre está preparado para una situación así, y en la mayoría de los casos cuando ocurre, se da de manera imprevista, lo que genera angustia y miedo.

Durante mucho tiempo, cuando los bebés necesitaban estar en cuidados intensivos, pasaban casi todo el tiempo alejados de sus papás y vivían sus primeros días lejos del contacto familiar.

Sin embargo, en la actualidad se busca promover el contacto y reducir todas aquellas barreras que interrumpen ese primer vínculo.

Por qué es tan importante pasar tiempo con un bebé prematuro

De hecho, los especialistas consideran que permitir un ingreso libre, sin horarios y con la mayor cantidad de tiempo disponible, ayuda a los padres a reducir los temores y las preocupaciones.

Además, favorece el vínculo de los papás con el bebé, el cual irá creciendo a medida que pasen los días.

Del mismo modo, tener el mayor tiempo posible disminuye los días de internación del recién nacido, mejora los resultados en el neurodesarrollo y favorece el inicio y duración de la lactancia.

A su vez, también es importante permitir el ingreso del resto de la familia, como los hermanos y abuelos; sobre todo porque sirve como contención y ayuda a los padrés a sobrellevar el momento.

Aquellos padres que pasan por neonatología, establecen también vínculos con otras familias que viven una situación parecida, y esas relaciones ayudan a compartir momentos y sensaciones.

Del mismo modo, la presencia de los padres en el área de cuidados permite realizar el curso de RCP, conocer las pautas de sueño seguro y otros temas que sirven para el cuidado del bebé luego del alta.

Para que todo esto sea posible y no un desafío constante, esta necesidad debe ser considerada a la hora de armar o reorganizar los espacios de los servicios de neonatología, para que estén preparados para la presencia y circulación constante de las familias.