La infertilidad puede aparecer luego de haber tenido hijos

La lucha por “buscar un hermanito”: qué hacer cuando la infertilidad aparece de forma sorpresiva

No hay que desanimarse. Actualmente la medicina reproductiva ofrece muchas vías para que aquellos que desean convertirse de nuevo en padres puedan hacerlo

A menudo sucede que las parejas que ya son padres, en un momento determinado deciden tener otro hijo y se encuentran con un obstáculo que los desanima mucho: la infertilidad. Como anteriormente no habían tenido problemas, a muchos les cuesta entender por qué pasa una cosa así, aunque en realidad existen diversos factores que pueden dificultar la concepción en parejas que ya tuvieron chicos.

De hecho, la infertilidad puede dividirse en dos grupos: se considera que es primaria cuando la pareja no tuvo a un recién nacido, y secundaria cuando ya tuvo un hijo previamente.

La fertilidad en parejas que ya tienen un hijo puede estar afectada por la reserva ovárica de la mujer, el factor masculino, la edad, etc. Hay que estudiar en conjunto a la pareja y todos los factores posibles”, explica la Dra. Doris Raso, especialista en Medicina Reproductiva.

Cuándo acudir al médico

Por eso mismo, lo que hay que tener en cuenta a la hora de decidir ir a un médico en busca de ayuda profesional para encarar un tratamiento de fertilidad, es en primer lugar la edad de la paciente.

Si la mujer tiene menos de 35 años se considera que tiene que buscar 1 año aproximadamente, si tiene más de 35 o algún factor de riesgo -como endometriosis- tiene que consultar a los 6 meses de búsqueda de manera natural sin éxito. También es importante que las pacientes sepan que tienen que dejar de amamantar al primer hijo antes de buscar al segundo”, advierte Raso.

Lo cierto es que el tiempo entre que una persona tiene el primer hijo y empieza a buscar el segundo, es muy personal y tiene que ver con los deseos de cada individuo y pareja, eso también va a depender de la edad de la madre y de qué tipo de parto haya tenido previamente. Si fue un parto natural, podría empezar a buscarlo antes, aunque si tuvo una cesárea o hubo alguna complicación en el parto, debería esperar un poco más.

Si una mujer mayor de 35 años tuvo un hijo y quiere planificar la búsqueda de un segundo, sería pertinente que realice una consulta a los 6 meses de su nacimiento, ya sea para ver cómo avanzar con el tratamiento o sino para preservar ovocitos para un futuro embarazo”, aclara Raso.

La ayuda psicológica es fundamental para aceptar la realidad y encarar el tratamiento

“Muchos de nuestros pacientes que consultan buscando un segundo embarazo, sufren el no poder concebir de manera espontánea como con su primer hijo. El modo en que cada sujeto se verá afectado emocionalmente por el diagnóstico y el tratamiento, es diferente en cada caso y dependerá de su personalidad, equilibrio emocional, el vínculo de pareja y el apoyo de su entorno, pero sobre todo, de las estrategias de afrontamiento que despliega ante el problema”, sostiene la licenciada María Villamil, Jefa de la Unidad de Psicología de WeFIV.

Sucede que la infertilidad secundaria no es algo fácil de aceptar, porque en primer lugar la persona no comprende porque antes pudo y luego ya no. Además, la mayoría de las veces el diagnóstico llega de manera sorpresiva y cambia rotundamente los planes de la pareja, por lo que es fundamental transitar las emociones y sentimientos de la mejor manera posible y contar con un espacio de contención psicológica para trabajar la aceptación.

Por eso, Villamil plantea que la contención emocional es fundamental, ya que se trata de una herramienta que se brinda en el espacio terapéutico y tiene la capacidad de poder sostener y habilitar emociones y sentimientos que acompañan a todo el proceso.

“Este tipo de práctica que realizamos los psicólogos se basa en la empatía y la escucha activa por parte del terapeuta hacia los pacientes. Buscamos disminuir la angustia, proporcionando intervenciones para cada caso en particular”, aclara Villamil.

Actualmente la medicina reproductiva cuenta con las herramientas necesarias para ayudar a quienes desean a volver a ser padres. Lo importante es no desanimarse y entender que existen equipos médicos que pueden acompañar en cada etapa del proceso.