Los equipos multidisciplinarios de profesionales son fundamentales para acompañar a los pacientes durante la búsqueda del embarazo.
En el mes de diciembre de cada año se celebra el Día del Médico, en honor al nacimiento del científico cubano Dr. Carlos Finlay Barrés, quien confirmó la teoría de la propagación de la fiebre amarilla. Existen diversas especialidades en el mundo de la medicina. Particularmente, en lo que respecta al campo medicina reproductiva, intervienen distintos profesionales: médicos, embriólogos y psicólogos -entre otros- que acompañan a los pacientes en cada etapa del proceso.
Los médicos que intervienen en cada tratamiento de reproducción asistida son definidos según el diagnóstico de cada paciente. A veces resulta necesario que actúe el andrólogo, que es el que se encarga del factor masculino. En otras ocasiones, se requiere una intervención externa, por ejemplo, que participe el endocrinólogo, un cirujano o un nutricionista. También forman parte del equipo de reproducción, los embriólogos y las auxiliares médicas que se ocupan de asistir a los profesionales en las consultas.

“Los médicos intervinientes tendrán que ver con la patología de base de cada paciente: por ejemplo una persona que tiene artritis, necesitará que el reumatólogo apruebe el tratamiento, quien tiene asma requerirá el visto bueno del neumólogo, las personas con diabetes el consentimiento del diabetólogo. Antes de avanzar en un tratamiento de reproducción asistida, cada paciente tiene que tener primero controlada su enfermedad de base”, explica la Dra. Doris Raso, Especialista en Medicina Reproductiva de WeFIV.
El médico tratante
Al comienzo de un tratamiento de reproducción asistida, resulta fundamental la realización de un buen diagnóstico. En general, en la primera consulta, el médico tratante solicita estudios para evaluar el estado de situación. Luego, se lleva a cabo un segundo encuentro, en el cual se decide qué tratamiento se va a seguir: dependiendo del resultado de los estudios se definirá cuál se va a realizar, ya sea de baja complejidad, como por ejemplo relaciones programadas, o alta complejidad, como es el caso de la fecundación in vitro o la ovodonación.
Los profesionales del laboratorio
El trabajo del laboratorio consiste en realizar diversos procedimientos con las gametas y embriones. “Lo que hacemos día a día es unir un espermatozoide con un ovocito, para que éste sea fecundado correctamente”, detalla Santiago Giordana, Director del Laboratorio de WeFIV y agrega: “De ahí en adelante, controlamos el desarrollo embrionario, realizamos un seguimiento de los embriones y, una vez que tenemos los embriones en un estadio adecuado, los congelamos, o en el caso de que la paciente tenga que recibir una transferencia embrionaria preparamos todos los materiales para poder realizarla”.

Dentro del laboratorio trabajan los embriólogos, capacitados para tomar decisiones clínicas, y los técnicos de laboratorio, quienes llevan a cabo todas las técnicas de reproducción asistida. De cara al paciente, los embriólogos son los primeros que se encargan de comunicar cómo fue el resultado final del ciclo, detallando los argumentos o las explicaciones necesarias para que puedan comprender qué ocurrió desde que dejaron sus gametas hasta que se obtuvieron los embriones.
Durante todo el proceso, el embriólogo está en comunicación directa y constante con el médico tratante, el cual realiza un resumen de la historia clínica y le comenta los datos necesarios para que pueda tener una visión completa de la situación. Una vez comenzado el tratamiento, los embriólogos le van informando al médico tratante los resultados parciales del ciclo. Al finalizar, le realizan un resumen general donde se detalla el balance con todo lo ocurrido.
Importancia del abordaje multidisciplinario: el rol de la psicología
La llegada del diagnóstico, por lo general, trae sufrimiento emocional y psíquico, debido a la imposibilidad de lograr concretar el deseo de traer vida al mundo. En ese sentido, es fundamental contar con la contención de un especialista con el objetivo de que los pacientes comprendan la complejidad psico social de la búsqueda de un embarazo que no llega.

“Las parejas suelen tener que enfrentar situaciones a las que no están acostumbrados por lo que es importante que un profesional le brinde las herramientas necesarias, por ejemplo para transmitirles sus sentimientos a sus familiares, manejar la presión social y la frustración que pueden generar resultados negativos”, dice María Villamil, jefa de la Unidad de psicología de WeFIV.
En los tratamientos de fertilización asistida, resulta fundamental contar con un equipo multidisciplinario de profesionales que estén alineados y a disposición para brindar atención, asesoramiento y acompañamiento a los pacientes durante todo el proceso.